La mentoría es una poderosa herramienta que impulsa el crecimiento y desarrollo personal y profesional de las personas y las organizaciones.

 

Desde mi perspectiva y experiencia, es muy importante que el mentor haya tenido vivencias profesionales que le permitan estar a la altura de la actividad. En este caso, no basta con ser un muy buen coach o un directivo que dejó una gran compañía, ya sea por cambio de estructura o retiro, sino haber transitado puestos, vivencias y situaciones en las que el mentee pueda verse reflejado, ver otra forma de resolver las situaciones y adelantarse a los problemas que puedan surgir. Haberse preparado para transmitir, motivar, asesorar y enseñar son cualidades esenciales a tener en cuenta al momento de elegir un mentor.

 

He conocido personas que, con las mejores intenciones, ingresan en la actividad por tener experiencia en un puesto gerencial o de dirección, pero sin determinadas competencias claves, como es el mundo de la enseñanza, la aplicación de habilidades blandas y persuasivas, la escucha real y, sobre todo, el sentido común.

 

En una ocasión escuché a un mentor decirle a un mentee, en una sesión, que cerrara la empresa unos días, por un problema que tenían en un sector de ella (que no era nada significativo). Claramente, ese mentor nunca manejó una empresa, nunca pagó los sueldos de su bolsillo, nunca pagó el costo de “regalar” la clientela a la competencia, de perder las rutas de reparto y nunca se enteró del mensaje que estaba dando al mercado.

 

Por ello es que hay muchas personas que “brindan mentoring”, pero sólo algunas van a aportarte valor, con la experiencia real, los conocimientos y la visión amplia en el cuidado del negocio y del puesto del líder, para llevar la actividad de la forma más profesional y con el mayor impacto positivo posible.

 

En la actividad de mentoring se trabaja con 3 pilares: el ser, donde el foco está puesto en las actitudes; el saber, donde el foco está puesto en los conocimientos y el hacer, donde el foco está puesto en las habilidades y destrezas.

La base de toda la actividad es la conexión humana entre el mentor y el mentee, donde la dimensión emocional está presente.

 

Cada vez hay más empresas que admiten utilizar esta metodología para ayudar a sus líderes, permitirles crecer, desarrollarse y alcanzar sus metas.

 

Comprendiendo que, además de lograr que el mentee descubra otros puntos de vista, nuevas formas de hacer las cosas y generar su camino de liderazgo en pos de la empresa u organización, el asesoramiento es parte fundamental de la actividad.

 

Por eso quiero resaltar la importancia del mentoring en los siguientes aspectos, que le aportan valor a la gestión cotidiana del líder:

 

1. Inspiración 

2. Espacio de reflexión 

3. Ampliación de perspectivas

4. Crecimiento profesional

5. Nuevas ideas, estrategias y enfoques 

6. Desarrollo de habilidades

7. Superación de obstáculos y desafíos

8.Adquirir nuevas competencias

9. Enfrentar situaciones difíciles con mayor confianza y resiliencia

10. Networking y oportunidades

11. Motivación

12. Empowerment del puesto

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En conclusión: la mentoría, desde mi perspectiva, es esencial para el crecimiento personal y profesional de un líder actual, disminuyendo el tiempo en la curva de aprendizaje y potenciando a la persona para obtener lo mejor de sí.

 

Desde Club de Marketing brindamos mentorías responsables, cuidadas y orientadas a cada organización y persona en particular. 

 

Consultanos para acompañarte a alcanzar tus objetivos.